dimarts, 12 de maig del 2020

Suceder (Ramón Andrés)


Lo hablado ahora con tu hijo
ser´repetido cientos de años después
de manera exacta, en el mismo tono,
aquí o en algun lugar que dista de la casa,
no de lo conversado.
El vértigo en las caídas de Moher,
la lujuria, el perdón, la sed, el duelo,
la ebriedad del que baila en torno a sí,
el sexo en su necesidad de especie,
ya lo han vivido otros, y lo vivirán
quienes jamás sepan que estuvimos.
El perdonar es esto: reproducir
lo ya vivido, su evocación.
No querer marcharse quiere decir 
durar en los muertos.
Permanencia sin dueño. Estancia.
Tu identidad está hecha de oras muertes
         anteriores.
                     Posteriores.
Si un ave oscurece en la rama de un tilo
es porque lo anuncia un mismo otoño.

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